Ubicado en el antiguo colegio de San Ignacio, el Museu de Manresa ha ido evolucionando y desarrollando diversas funciones culturales, patrimoniales y sociales a lo largo de su historia. En cada una de sus etapas, el Museo nunca ha perdido su carácter público. Desde su inauguración a finales del s.XIX, la institución titular del equipamiento ha sido el Ayuntamiento de Manresa que también se ha hecho cargo de la gestión del museo.
Bajo la denominación de Museo Arqueológico, Biblioteca pública y exposición artística industrial permanente, fue oficialmente inaugurado, el 1 de septiembre de 1896, lo que hoy conocemos como Museo de Manresa.
El origen de este museo se remonta a la «Exposición retrospectiva Artística arqueològica» que tuvo lugar en 1882 en las mismas instalaciones de la Casa Consistorial, lugar en el que, posteriormente, se estableció como sede del museo. La iniciativa fue impulsada por un grupo de estudiosos locales.
El propósito inicial del museo era adquirir y preservar bienes arqueológicos y artísticos como testimonios materiales de la cultura y del entorno territorial y así contribuir a la investigación y documentación para el enriquecimiento cultural de la población y la protección del patrimonio local.
Durante los primeros años, el museo experimentó un crecimiento vinculado a las obras públicas y al desarrollo urbanístico de la ciudad, mientras que las nuevas aportaciones de objetos al museo se realizaron principalmente mediante adquisiciones por parte del Ayuntamiento y de donaciones procedentes de particulares.
Queremos resaltar también, en estos primeros años de actividad arqueológica, las conexiones con la sección arqueológica del Institut d’Estudis Catalans. Especialmente, en las intervenciones del C.E. Montserrat, la colaboración de asesoramiento con el Museo Arqueológico de Barcelona se mantendrá tanto durante la Guerra Civil, en el contexto de la Generalidad de Cataluña como después de la guerra, en el ámbito de la Diputación de Barcelona.
Durante el inicio de la Guerra Civil en 1936, los fondos arqueológicos de Manresa, junto con otros bienes artísticos y documentales, se concentraron en un depósito creado por el Ayuntamiento en el edificio requisado de la Cueva de Sant Ignasi. Tras la guerra, estos fondos se consolidaron en el nuevo Museo municipal.
En 1941, el Museo Municipal reabrió sus puertas en la nueva ubicación del Antiguo Colegio de San Ignacio. Administrativamente, la apertura del Museo fue posible gracias a su vinculación con el Museo Arqueológico de Barcelona.
Tras el tumulto de la guerra, el museo y sus colecciones experimentaron cambios significativos. Las colecciones originarias de los Centros Excursionistas, como el de la Comarca de Bages (establecido en 1905) y el Montserrat (fundado en 1923), se integraron en el museo. A estos fondos también se añadieron otros objetos artísticos que se salvaron durante la guerra, principalmente procedentes de las iglesias de la ciudad que fueron derribadas durante los conflictos, destacamos la colección de cerámica decorada en verde y manganeso del siglo XIV, encuentro en las bóvedas de la iglesia del Carmen, que sigue siendo relevante en la actualidad.
A partir de 1968, el Museo quedó cerrado al público y no volvería a abrirse hasta 1977, año en el que mantuvo la misma titularidad municipal, pero bajo un nuevo nombre: Museu Comarcal de Manresa.
Después de un período de cierre, en 1977 se inaugura El Museu Comarcal de Manresa con una presentación renovada de sus colecciones. Con un ámbito territorial comarcal, el museo destaca tanto por sus colecciones como por sus servicios. Con una temática pluridisciplinar, las exposiciones del museo se centran en el arte y la historia de Manresa, el Bages y Cataluña.
La transición política generó un nuevo contexto con significativas transformaciones en el ámbito de la arqueología, tanto en lo que se refiere a la disciplina científica como de gestión administrativa de los bienes arqueológicos. Una de las consecuencias más relevantes fue la creación del Servicio de Arqueología de la Generalitat de Catalunya. Además, durante este período, la Diputación transfirió el Museo Arqueológico de Barcelona a la Generalitat, alterando así los lazos previos con nuestro Museo.
El Museu Comarcal de Manresa ha sido un soporte esencial para las campañas de excavaciones arqueológicas realizadas por un grupo de jóvenes arqueólogos desde los años ochenta. Este grupo revisó las colecciones antiguas, retomando excavaciones como las de Boades e iniciando diversas acciones con el apoyo de la Universidad y la Generalitat. Se actualizaron inventarios, se redactaron monografías sobre yacimientos y períodos arqueológicos locales, y se elaboró el primer inventario exhaustivo de los yacimientos arqueológicos de la comarca, que se actualizó en 1995.
En colaboración con los Servicios Territoriales de Arqueología de la Generalitat de Catalunya, el Museu Comarcal de Manresa, con el apoyo del Centre d’Estudis del Bages y la Associació per al MCM, organizó las primeras Jornadas de Arqueología de la Catalunya Central en 2010. Estas jornadas bianuales, con cambio de sede en cada edición, marcaron un evento significativo en la presentación de la última actividad arqueológica de envergadura en Manresa. En estos últimos años, la actuación arqueológica en la ciudad se ha promovido desde la nueva área de patrimonio cultural del Ayuntamiento.
Tras la jubilación del director del Museu Comarcal de Manresa Mn. Gasol en 1990, el museo entró en su última etapa, que sigue actualmente. Durante este período, se produjeron dos eventos clave: la creación de la plaza de director, ocupada desde entonces por Francesc Vilà, y la inscripción del museo en el Registre de Museus de Catalunya gestionado por el Servei de Museus i Protecció de Béns Mobles del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. A pesar de mantener la línea expositiva anterior, el Museo ha realizado esfuerzos significativos por modernizarse, tanto en términos de actividades didácticas y culturales, como en la gestión y las responsabilidades relacionadas con las exposiciones y el mantenimiento de la colección.
El Museu de Manresa forma parte de la Xarxa de Museus d’Art i de la Xarxa de Museus Locales.
Mediante una actuación global en el antiguo Col·legio Sant Ignasi, el Museu de Manresa está experimentando una transformación para poder alojar el Museu del Barroc de Catalunya, un destacado referente del arte barroco en la región. Este proyecto incluye la rehabilitación integral del museo, con mejoras arquitectónicas y museísticas, con el objetivo de albergar una valiosa colección de obras pictóricas y escultóricas del barroco. Además, esta institución también se convertirá en el Centre d’Acollida de Peregrins. Con el apoyo del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, esta iniciativa está alineada con el plan de Museus de Catalunya de 2017, que reconoce la importancia de la colección barroca del museo y le otorga el papel de referencia nacional en este período artístico y cultural.
Con este proyecto, el Museu de Manresa se pone a la altura de los mejores equipamientos museísticos del siglo XXI.
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El Museu del Barroc de Catalunya està englobat dins l’espai del Museu de Manresa. Accedeix a la seva web des d’aquí:
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El Museu del Barroc de Catalunya está englobado en el espacio del Museu de Manresa. Accede a su web desde aquí:
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